ANEXO I
Inusitada
labor de colectivos para impulsar la autogestión cultural
* Proponen la necedad, la
paciencia y la astucia como antídoto contra la lentitud de la promoción en ese sector
* La Escuela de Artes de
Azcapotzalco, proyecto sin visos de concretarse, dicen
Por: FERNANDO CAMACHO
SERVIN
La Jornada, 2 de mayo de 2006
México no es un ''lujo" exclusivo del Centro Nacional de las Artes, los museos
de Chapultepec, Ciudad Universitaria o el Centro Histórico, aunque muchas veces así parezca.
En el norte del Distrito Federal y los municipios conurbados del estado de México
existen cientos de colectivos que de manera autogestiva se dedican a la ardua tarea de ''picar piedra" en páramos donde escasean
las instituciones de arte o de entretenimiento.
Un caso reciente que ilustra al mismo tiempo la falta de espacios en el norte y
la voluntad de grupos ciudadanos para crearlos es el de la Escuela de Artes de Azcapotzalco (EAA), proyecto trunco que todavía
no tiene visos de echarse a andar de nuevo.
La
cultura, área no prioritaria
Por iniciativa de la entonces jefa delegacional panista en Azcapotzalco, Margarita
Saldaña, se solicitó en 2001 al Gobierno del Distrito Federal un predio de 10 mil 380 metros cuadrados, adjunto al paradero
de El Rosario, del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
El objetivo era construir ahí un centro cultural con escuelas de música, danza,
teatro y artes plásticas, con capacidad para instruir a 600 niños y adolescentes, y que se convertiría en un polo cultural
del norte de la ciudad y los municipios conurbados.
En 2002 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador cedió el terreno y un año después
se inició la construcción de lo que sería la EAA, con un costo aproximado de 45 millones de pesos.
Sin embargo, las obras se suspendieron a la llegada de la perredista Laura Velázquez
Alzúa como jefa delegacional, quien ha argumentado falta de presupuesto para terminar la edificación, en la cual ya se han
invertido cerca de 30 millones de pesos.
La situación se entrampó luego de que Velázquez acusó a su antecesora de elaborar
''sobre las rodillas" un proyecto ''ostentoso", ajeno al ''estilo de Azcapotzalco" y que no terminaría en su administración
(2000-2003). Saldaña, por su parte, señala que la perredista nunca tuvo voluntad de terminar el proyecto porque no le redituaría
en votos.
Este caso recuerda el del antiguo cine Futurama, en Lindavista, que en 1999 fue
adquirido en 30 millones de pesos por la delegación Gustavo A. Madero para convertirlo en un centro cultural.
Y aunque se anunció con bombo y platillo, el proyecto que iba a dirigir la historiadora
Alejandra Moreno Toscano se suspendió y hasta la fecha sigue sin concluirse.
La
cultura es de quien la trabaja
Ante este panorama, diversos creadores y colectivos se agruparon en el Movimiento
Artístico Cultural en Azcapotzalco (Marcaz), que ha presionado a las autoridades para que terminen la Escuela de Artes de
esa demarcación, convencidos de la necesidad de ''consolidar un foco de producción cultural al norte del Distrito Federal,
ayudando a descentralizar las opciones culturales".
En entrevista, algunos integrantes de la organización hablan sobre el nulo interés
de los sucesivos jefes delegacionales por echar a andar una política cultural seria y pugnan por que este sector sea entregado
a los propios artistas, quienes lo conocen bien y están comprometidos con su desarrollo.
El pintor Gustavo Medina, director general del colectivo Arte Norte, señaló que
los proyectos permanentes para el beneficio académico y la diversión de los jóvenes, además de servir de detonador económico
en la zona, permitiría aprovechar el talento artístico, pero no existen la infraestructura y los planes necesarios para concretarlos.
''Nosotros propusimos hace unos años la creación de un Centro de Arte y Cultura
Integral, pero la ex delegada en Gustavo A. Madero, Patricia Ruiz Anchondo, lo rechazó porque según ella ya hay cinco casas
de cultura en la delegación, aunque dos no funcionan bien", dijo Medina al ejemplificar la ''falta de voluntad política" que
obstruye el surgimiento de nuevos espacios culturales.
Añadió que los colectivos han solicitado a las autoridades que se les deje utilizar
los espacios al aire libre de la EAA, pero la construcción está suspendida por la contraloría de la delegación de Azcapotzalco,
a raíz de los problemas de presupuesto y la aparente mala planeación del inmueble.
Por su parte, el artista visual Joel Nava Polina, coordinador de Marcaz, sugirió
entregar los cargos administrativos de cultura ''a la gente que sabe y no a cualquier funcionario", más aún después de la
experiencia del primer Coloquio Cultural de Azcapotzalco.
El acto fue convocado en agosto de 2004 por el entonces encargado del área, Enrique
Chávez, y sus resultados nunca fueron puestos en práctica tras el relevo del funcionario, a pesar del interés que generó entre
la comunidad.
Poco
presupuesto, mucha autonomía
El de la Escuela de Artes de Azcapotzalco es un ejemplo representativo de la forma
en que los artistas independientes se han movilizado, pero no es el único.
En todas las delegaciones del norte de la ciudad y en los municipios conurbados
del estado de México hay gran cantidad de colectivos que impulsan la cultura y las artes en sus barrios y su entorno inmediato,
en una labor a contracorriente por la falta de presupuestos y espacios adecuados.
Porfirio García Trejo es el coordinador de Poetas en Construcción, grupo literario
que lleva 15 años en la creación y difusión de poesía en Ciudad Nezahualcóyotl, uno de los municipios más poblados y marginales
del país.
Su experiencia en estas lides ''ha sido muy ilustrativa y rica, pero igualmente
difícil y desesperante", debido a que, por una parte, no tener vínculos institucionales permite''hacer lo que nos venga en
gana; se es libre en la creatividad, sin pensar en quedar bien con nadie ni en cuánto se va a ganar por ello", expresa en
entrevista.
Del otro lado, están los recursos materiales limitados, que vuelven el trabajo
de promoción cultural ''lento y parcial", pero estas dificultades enseñan a ser ''necio, paciente y astuto para salirte con
la tuya".
Uno de los principales obstáculos en el norte de la ciudad, subraya García Trejo,
es la carencia de públicos, la cotidiana falta de interés de las personas, a diferencia de lo que ocurre en el centro-sur.
Ante este panorama, la propuesta de Poetas en Construcción es cubrir la carencia
de elementos económicos con la unión de los grupos comprometidos con la cultura, para desarrollar proyectos que se alleguen
recursos e involucren a la comunidad.
Los
barrios tienen ''hambre" de arte
Otro buen ejemplo es el trabajo del poeta, periodista y promotor cultural zapoteco
Macario Matus, director del Centro Cultural Juchitán, pequeña casa convertida en galería de pintura y grabado enclavada en
plena colonia Moctezuma, de la delegación Gustavo A. Madero.
Se trata, según el propio Matus, de un ''barrio pesadón", donde no cualquiera entra
de noche.
Cuando surgió el recinto, hace unos tres años, ''la gente se sorprendía y preguntaba
qué hacía yo ahí, pero es sensible y a final de cuentas entró. Hay talleres, exposiciones, lectura de poemas, música; los
pintores de la colonia vienen aquí".
Es una experiencia inédita para la que se necesita tener valor y un poco de condición
mística. ''Cualquier colonia pobre es una zona ávida de arte y nuestro trabajo es socializar la cultura y convencer a la gente
de que con ella se puede salvar a la humanidad", expresa.
Para su actual proyecto, Matus retomó su experiencia de director de la Casa de
Cultura de Juchitán, Oaxaca, donde montó exposiciones con obra de Auguste Rodin, Salvador Dalí y Francisco Toledo, y organizó
talleres de lectura y recitales de música de cámara.
De ese experimento en una ciudad aparentemente ''perdida", surgió gran cantidad
de poetas, músicos y escultores, y se formó un público de ''niños desnudos que leían cuentos rusos mientras comían tortillas".
La clave para superar el aislamiento cultural, afirma el poeta, es crear más polos
que la generen, pero también quitar a los museos su atmósfera elitista y, sobre todo, proveer a las personas de condiciones
de vida más dignas. ''Primero edúcalos y luego les das arte. Primero es comer y luego ir al teatro."
Las
asimetrías en números
La asimetría en infraestructura cultural entre el centro-sur y el norte del Distrito
Federal queda aún más de manifiesto al revisar las estadísticas oficiales.
De acuerdo con cifras del Sistema de Información Cultural del Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes (CNCA), mientras en la delegación Cuahutémoc (con 516 mil 255 habitantes, según el censo de población
de 2000) hay 53 museos, 32 bibliotecas públicas, 56 teatros y 277 librerías, en la demarcación de Gustavo A. Madero, con más
de un millón 200 mil habitantes, sólo existen seis museos, 29 bibliotecas, cinco teatros y 25 librerías.
Otros casos elocuentes son los de la delegación Venustiano Carranza (dos museos,
tres teatros y tres casas de cultura para ma´s de 460 mil personas); la delegación Azcapotzalco (tres museos, siete librerías,
una casa de cultura y un teatro para atender a 441 mil personas) y el municipio mexiquense de Ecatepec de Morelos (sólo dos
museos, dos casas de cultura, cinco librerías, 14 bibliotecas y ningún teatro para un millón 622 mil habitantes).
Aunque no se ubica el norte, sino al oriente del DF, Iztapalapa es un ejemplo paradigmático
de escasez de oferta cultural.
Con más de un millón 770 mil habitantes – una de as zonas más densamente
pobladas del país – sólo hay cinco museos (uno por cada 350 mil personas), 12 casas de cultura e igual número de librerías
(una por cada 148 mil habitantes), 65 bibliotecas (una por cada 27 mil lectores) y un solo teatro.
Lo que sí hay en el norte
Museo Universitario del Chopo. Actualmente en remodelación, este recinto fue creado
en 1975 por la Universidad Nacional Autónoma de México como centro de difusión del arte y la cultura universitarios.
Además de artes plásticas y fotografía, presenta teatro, danza, performance, cine,
música e imparte más de 30 talleres artísticos. Tiene un libroclub y ofrece visitas guiadas en Doctor Enrique González Martínez
10, colonia Santa María la Ribera. Teléfonos 5546 5484 y 8490).
Centro Cultural Jaime Torres Bodet. Dependiente del Instituto Politécnico Nacional
(IPN), es quizá el escenario cultural más importante de la zona norte de la ciudad de México. Se ubica en avenida Wilfredo
Massieu s/n esq. Avenida Politécnico, Unidad Profesional Adolfo López Mateos, colonia Lindavista Zacatenco. Cuenta con dos
auditorios para conciertos, cine, teatro, danza y conferencias, además de vestíbulos para exposiciones.
El Planetario Luis Enrique Erro está cerca de ese centro cultiral. Tele´fonos 5729
6000, extensiones 53620 y 53598.
Casa de Cultura de Azcapotzalco. Tiene una importante actividad en la organziación
de actos culturales y recreativos, como exposiciones, cursos, cine, talleres, recitales y conferencias,.
El recinto se ubica en avenida Azcapotzalco 605, colonia Azcapotzalco. Teléfonos
5352 8014 y 4244